El Salvaje Oeste de Max Brand
CUATRO BANDIDOS (The Fighting Four, 1933 )
Autor: Max Brand
Colección: Cow-boys nº 94
Edita: Editorial Tor, Buenos Aires, 1952
Era lógico empezar a hablar de novelas del oeste con una escrita por uno de los autores clásicos del género: Max Brand. Frederick Faust (el nombre real de Brand) tenía una dicotomía en su vida literaria: en su identidad real era un poeta menor con cierto éxito crítico pero no muy conocido públicamente. Pero como Max Brand era uno de los más populares y prolíficos autores de los pulps. Si bien escribió historias en muchos géneros (fue pro ejemplo el creador del doctor Kildare, el abuelo de todos los personajes de los melodramas médicos) donde dejó huella fue en el género del western. Sus historias no destacaban por su fidelidad a la realidad del Oeste americano (el propio Brand nunca había visitado esa zona) pero lo que sí tenían era una acción imparable, argumentos bien llevados y, sobre todo, una gran habilidad para construir personajes que van más allá del estereotipo.
Tomemos como ejemplo esta novela. Cuatro bandidos es parte del ciclo de Jim Silver o Silvertip, uno de esos personajes heroicos, honestos e imposibles de mejorar que tanto se encuentran en el pulp. Pero la historia gira muy poco en torno suyo. De hecho Jim Silver es más un secundario impuesto para ayudar a la venta.
La historia gira en torno a un cajero de banco que se empeña en recuperar el dinero que cuatro bandoleros le han robado. El cajero es delgaducho, sin mucha fuerza y es un pésimo tirador, pero su obstinado sentido del deber lo obliga a seguir contra todo obstáculo.
Lo mejor es que los bandidos tampoco son todos iguales: los cuatro tienen una personalidad muy diferente entre sí. De hecho uno traiciona a los otros tres y se lleva el botín. Los otros lo perseguirán paralelamente al cajero mientras el traidor (que es cobarde pero nunca estúpido) le pide ayuda a Jim Silver para que lo proteja.
Es que lo genial de la novela son las caracterizaciones. Los villanos son todos diferentes. Tenemos el traidor cobarde pero que ostenta una inteligencia brillante y una frialdad asombrosa para cambiar de bando a su conveniencia. Está el lider de los bandidos, que tiene un código de honor particular. Está el asesino impiadoso sediento de sangre pero que sigue, protestando y todo, a su jefe sin dudarlo, con una lealtad increíble. Y está el falsificador leal y que confía en sus compañeros a quien nunca traicionaría.
La habilidad para que los personajes actuen de acuerdo a sus personalidades es uno de lo que hace tan entretenido leer a Max Brand. En lo personal, y pese a que el final resulta poco convincente y que a decir verdad, Jim Silver está ahí más como un deus ex machina que resuelve la historia, espero poder seguir leyendo más de este autor porque la lectura fue más que agradable.
Con lo que, si van a leer algún western no creo que sea malo empezar por Max Brand.
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